domingo, 26 de junio de 2011

Ensayo de la educación del periodo 1821-1910

Ensayo de la educación del periodo 1821-1910

El presente ensayo pretende abarcar un periodo bastante extenso de la historia de México que va desde las reformas hasta el porfiriato; por ser un trabajo evidentemente pedagógico abarcaremos un orden cronológico para el desarrollo del mismo, tratando de dilucidar el problema educativo, desde diferentes puntos de vista con la finalidad de demostrar las diferentes aristas del problema, guiando el análisis con las cinco líneas temáticas que son las finalidades la función social y la importancia de la educación en la niñez; los contenidos los recursos didácticos y las prácticas educativas; el pensamiento pedagógico mexicano y la constitución de la profesión docente, combinando la mirada a la historia y el desarrollo social del pueblo, mexicano sin perder de vista las condiciones del momento actual, en que el desarrolla el trabajo y estudio docente lo cual nos permite desarrollar una conciencia comprometida con la tarea de ser un maestro con profundas raíces del magisterio.
Es importante destacar que estos dos periodos son importantes en el desarrollo histórico de México porque es en la reforma donde inicia la vida independiente de México como país, es decir se gesta el carácter liberar y democrático que se verá consolidado con las ideas de la revolución de 1917.
Como se verá en el desarrollo del trabajo, los procesos  donde surgen los principios filosóficos del actual sistema educativo mexicano, por lo que se refiere a estas etapas de la educación cuando surge la profesión de maestros en la escuela normal y el gremio de los mismos, por último es de suma importancia aprovechar la oportunidad que nos brindan los profesores para la crítica y reflexión del sistema educativo, porque solo con la elaboración de ensayos aprenderemos a analizar en retrospectiva la educación en México y estaremos preparándonos dentro de la modernidad y globalización de nuestro entorno mundial.
Considerando las lecturas abarcadas en el bloque IV de la asignatura educación en el desarrollo histórico de México I, el cual abarca del periodo de 1867 a 1910 y es en esta época donde destacan grandes educadores como: Ignacio Manuel Altamirano y el maestro positivista Justo Sierra Méndez.
El maestro Altamirano de origen indígena es el modelo del intelectual del siglo XIX, un conocedor a fondo de literatura, educación, periodismo, derecho, etc. colaborador en diversos periódicos y revistas, escribía editoriales que influían en la opinión pública de su tiempo, en sus discursos exponía la coyuntura política donde afloraba a todo lo que significaba Francia y el orbe latino. Al referirnos a Altamirano debemos de pensar en un gran liberal.
Por lo que se refiere al maestro Justo Sierra fue un seguidor de las ideas conservadoras, sin embargo su influencia en la educación fue notable ya que repercutió incluso en la universidad de México, donde un auditorio lleva su nombre, demostrando con ello su influencia positivista en el siglo XIX.
Adentrándonos en las lecturas y con base a su análisis de las mismas puedo criticar que en la lectura de “Principio de la instrucción primaria gratuita, laica y obligatoria” Ignacio Manuel Altamirano nos brinda un semblante educacional desde su perspectiva, influenciado por el liberalismo francés y las profundas raíces indígenas que tenían, ello le permitió conocer y reconocer que la escuela antes que otra cosa tiene una función social para con el pueblo de México, teniendo en esta instrucción pública al único medio de encaminar a los mexicanos hacia la prosperidad, como hoy día en aquel momento podemos distinguir dos amplios grupos de familias, los ricos y los pobres, unos con todas las posibilidades de brindar a sus hijos una educación y otro grupo de pobres, donde la principal preocupación era el alimento. La gente bien acomodada se ajustaba a las ideas positivistas del maestro Justo Sierra, que atreves de Herbert Spencer decía “la ignorancia es la causa del crimen” (sierra Justo, Obras completas, Tomo VIII, 1999:52”) y sólo la educación mejorará las acciones de la gente; de ahí que le diera suma importancia a la obediencia, para adoctrinar a la gente; Ignacio Manuel Altamirano y otros intelectuales decimonónicos, pugnaron por la educación lógica gratuita y obligatoria, la cual quedaría sistematizada en la constitución de 1917 y que hoy en día nos rige.
 La práctica educativa desde la perspectiva de Altamirano debía preparar a la niñez para su superación, en eso coincide el maestro Justo Sierra quien propone que sea la educación el elemento motivador del cambio del individuo para que tienda a mejorar y por tanto aun mayor bienestar social.
El maestro Altamirano es un icono de la investigación pedagógica y científica, que a partir de la constitución del 57 experimento un gran auge. Por lo que refiere a la profesión del docente, tanto la imagen del liberal Altamirano, como la del positivista Sierra Méndez influyen evidentemente en la formación de los educadores; la educación moralizada que propone el maestro Justo Sierra, contrasta con el pensamiento liberal del maestro Altamirano. Cabe mencionar que a esta época corresponde la fundación de la normal de puebla y casi para cerrar el siglo XIX la normal de profesores de Toluca; en lo que respecta a educación superior la influencia del maestro Justo Sierra es innegable.
En la lectura “Escuela del campo” del liberal Ignacio Manuel Altamirano, encontremos importantes puntos de acuerdo a las finalidades la función social e importancia de la educación en la niñez, cabe señalar que la trascendencia que le daban a la educación de la raza indígena, para propiciar un mejor nivel de vida eran muy importante, sin embargo al no haber en aquel momento unidad del idioma, provocaba ello un déficit en la enseñanza indígena, los liberales tenían la firme convicción que sólo una mejora de instrucción les proporcionaría una mejor vida futura, de allí que algunos pensaran en la importancia de educar a la clase baja, para que accedieran a una vida mejor.
La labor de la escuela rural mexicana durante la reforma fue muy importante ya que se encuentran allí las raíces del pensamiento pedagógico, pilares como I. Manuel Altamirano, Rébsamen, Torres Quintero, el Doctor Mora, etc. Los cuales presentaban a la escuela como una institución educativa sin embargo veían a la instrucción como insuficiente.
En lo que respecta a los contenidos didácticos y prácticas educativas, cabe mencionar que el maestro domina los contenidos básicos, como eran el idioma, lectoescritura y calculo; algunas escuelas en las ciudades tenían edificios aunque descuidados equipados, en cambio en la zona rural existían escuelas precarias e incluso improvisadas con techos de teja, poca ventilación, sin luz eléctrica, ni sanitarios etc.
El maestro durante esta época fue una persona mal pagada, proclive a la obediencia de los demás líderes del pueblo: cura, alcalde etc. Como hoy día suele suceder en muchas comunidades del interior de la república o hasta capitales de estado, donde líderes magisteriales se venden con el gobierno en turno cambiando la libertad magisterial por prebendas políticas, cantidades enormes de dinero.
Existe desde su nacimiento una diferencia económica muy grande entre el maestro rural y el maestro citadino y peor aún entre el maestro bilingüe-bicultural (indígena) y el maestro capitalino. Ignacio Manuel Altamirano en la lectura “El maestro de escuela” nos menciona “si la república triunfar, la enseñanza se elevaría, mejorando la condición de las personas para ingresar a la escuela y por supuesto la suerte de los maestros” (Isidro Castillo, obras completas XVI, 1989:98), ya que en aquel momento demasiados maestros, sobretodo rurales, recibían su pago en especie (casa, comida y sustento) por el Alcalde del pueblo.
Altamirano propuso un modelo pedagógico por excelencia de esta época, expresa claramente la importa de la educación, cuando el la lectura “La escuela en 1870” dice “…la república levanta…la reforma comienza…laboriosa es la empresa… sino queremos ver ruina convertida de nuevo en baluarte en trono del fanatismo, encadenado hoy pero no muerto” (Ignacio Manuel Altamirano, Obras completas XV, Tomo I, 1989: 61) exalta su carácter liberal el rechazar a la iglesia, su afanosa tarea como escritor es innegable y va acompañado de la crítica liberal. .
La dureza de la educación colonial que logra trascender hasta la reforma e incluso se deja ver en la siguiente frase “la letra con sangre entra” (ibídem. 262) hasta nuestros días en algún nivel educativo por los que ya hemos pasado la mayoría de nosotros, seremos capaces de recordar algún maestro de Jardín de niños, Primaria, Secundaria, Preparatoria e incluso profesional, como el más claro candidato a verdugo por aquello de la letra con sangre entra; obviamente nosotros como futuros docentes sabemos que es una gran mentira acuñada por la ideología dominante, en perjuicio de las clases pobres, desposeídas y mal-educadas entendiendo por mala educación aquella que imparte el estado.
Durante el porfiriato, el cual mencionamos al inicio del presente ensayo que abarca de 1877-1910 en este periodo se lleva a cabo el Congreso Pedagógico, el 21 de Enero 1882, pretendían transformar a las generaciones, para que tuvieran vigor y conocimiento, así como las condiciones en que debe estar la escuela, su entorno y el mobiliario; el introducir el interés por la higiene escolar en su más amplia extensión durante este mismo, donde la educación positivista es la más importante, significa un paso adelante en las condiciones de salubridad y seguridad para los alumnos, porque no sólo se toma en cuenta la higiene personal del alumno, sino las condiciones generales de vivienda e instalaciones educativas que permitan la calidad de sanidad del alumno y su entorno.
La época, requiere de un punto de análisis en el aspecto educativo, ya que es en esta donde se logra la organización administrativa de la educación y se establece de manera puntual el ministerio de la educación, surgen las primeras escuelas normales, así como las asociaciones de maestros. La primera Escuela Normal del Estado de México nace en la última década de 1800, bajo el régimen porfirista, la cual se instaló en Toluca, siendo ésta la actual Escuela Normal No. 2 de Profesores; esto nos permite vincularnos con el pasado de una manera material, obviamente las prácticas educativas que se dieron en esas centenarias instituciones, formadoras de maestros fueron de corte positivista.
Por lo que respecta a las escuelas básicas es durante este periodo que se logran unificar algunos de los planes programas de estudio tanto en nivel primaria como en normal, lo cual considero que fue de gran trascendencia para la educación en México y la igualdad de oportunidades.
La profesión docente exigió la ostentación de un título o licencia para obtener un cargo de profesor, lo que contribuyó al fortalecimiento de la profesión docente y al realcé de la misma, una de las Normales más destacadas fue la de Veracruz, donde Rébsamen tendría gran influencia.
En la construcción de una historia, dada la situación económica de México si no veinte años más tarde se funda la primera escuela normal en San Luis Potosí, con lo que la educación que se impartió fue de corte positivista dando mayor importancia a la paz, orden y progreso.; la admiración de la cultura Francesa y sus ideas se trasladó a los colegios de México tanto en su estructura arquitectónica como en sus planes y programas de estudio, para comprobar lo primero podemos ver como ya se ha mencionado el edificio de la primera normal del estado de México.
Hacia 1889 Joaquín Baranda convoca a un congreso de educación que por la amplitud de niveles y asuntos obligo a un congreso en 1890, como consecuencia a ello se decretó la apertura de escuelas normales en toda la república; se propuso también como objetivo el amor a la patria y a sus instituciones y se siguió apoyando la escuela rural así como la indígena.
El gremio de maestros inicio su lucha durante esta época del porfiriato haciendo diversas peticiones como solicitar libros, ropa, jubilaciones, licencias de trabajo aumentos de salarios, mejora en la formación de maestros, se atendió la educación en las ciudades y en el campo tratando de dar respuesta a éstas peticiones aunque los mejores maestros estaban en las ciudades y los menos aventajados estaban en el campo, mediante la unificación de los ya mencionados planes y programas se pretendía también la sistematización del país bajo la idea de progreso y la paz, es por tanto una de las finalidades de la época, la unidad del sistema educativo y surge la necesidad de extender por lo menos la educación básica por todo el país.
En las ideas positivistas de orden trabajo y progreso se pensó que la educación haría que el país desarrollara un sentimiento nacionalista disminuyeran los índices de criminalidad y de miseria además de que surgiera el progreso de México.
El ya mencionado Profesor Justo Sierra Méndez, que impulso la escuela positivista en la UNAM, también es en éste mismo periodo cuando la instrucción cívica y la historia toman importancia en la educación; así mismo surge la profesión de maestros como la más valorada a pesar de los bajos salarios que se percibe, es allí donde podemos observar a vocación de ser maestro y la ética de los mismos. Es innegable la importancia que tuvo el porfiriato en el surgimiento de las normales, como escuelas formadoras de maestros, así mismo en esta época se sistematizado la formación de docentes y se consolido la profesión magisterial, como una carrera de segunda, por los bajos salarios percibidos, teniendo mayor importancia carreras como: medicina o derecho, aunado a ello el origen humilde de los profesores y esto creó en ello una conciencia de clases la cual propicio que se identificaran con las ideas revolucionarias.
Se le dio gran importancia a educación como camino único para el ascenso social, Francisco Bulnes y el positivista ortodoxo Agustín Aragón, decían que “mientras no se repartiera la tierra, se aumentaran los jornales de los campesinos, la educación sólo fomentara el conformismo social” (Bazant Milada, Los números favorecen las minorías, 1995:81) podemos darnos cuenta que la relación que hay entre la riqueza de un estado y calidad educativa es muy estrecha.
En cuanto al maestro Leopoldo Zea, éste le habla acerca del enfoque de la educación, en un supuesto plantea la importancia de la educación liberal desde la reforma, porfiriato y la revolución, destaca al liberalismo como precursor de la revolución. Como resultado de la revolución la función social que ha de cumplir el hombre nuevo ha de ser miembro de un pueblo, libre que juzga sus derechos y cumpla sus obligaciones como hombre honrado y virtuoso través del cual toda enseñanza, se transfiera a la sociedad, ya que la ignorancia obstaculiza el progreso.
La profesión docente de estos tiempos se ve favorecida por la creación de las escuelas normales, así mismo es el momento histórico en que se gestan las primeras “Organizaciones sindicales” de maestros.
La extracción humilde de la mayoría de los maestros y su estrecha vinculación con su comunidad de trabajo, los coloca al frente de la lucha revolucionaria de 1910, en las filas de Carranza, Villa o Zapata.
Es papel del maestro hasta hoy en dia a estado estrechamente vinculado con las luchas de pueblo mexicano.

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