miércoles, 23 de febrero de 2011

Actividad 2- Cuestionario guia

¿Cuál es el trato con las mujeres en la educación prehispánica?
Las mujeres nahuas, específicamente quienes habitaron en Tenochtitlan, tenían acceso a la educación formal en escuelas. Aunque la parte mas importante de la educación de las niñas era la asimilación de las actividades del trabajos domésticos, bordados, tejidos con plumas, textiles, etc., aprendidos en casa, para llegar a ser excelentes esposas y compañeras, podían acudir en determinados horarios a las escuelas "gemelas" del tepochcalli (escuela de gente común) o del calmecac (escuela de nobles) a tomar enseñanza de religión, lecturas, cantos y distintas labores.
Cito a fray Bernandino de Sahagún:
"...Las niñas (igualmente que los niños) podían asistir a estos lugares de la educación formal; en general su escuela estaba enfrente de la casa de los hombres.
Las muchachas eran enviadas al templo por una promesa, generalmente proveniente de los padres, la cual consistía en servir al templo por un año, varios años o hasta se casaron. Había muchas que desde pequeñas se criaban allí...”
"...Cuando los padres ofrecían a sus hijos o hijas al templo, hacían grandes festejos. Así nos relata sobre ésto en su obra Sahagún:
"...Y cuando el niño o niña era prometido de meterlo en el monasterio, los padres hacían fiesta a los parientes. Débanlos a comer y beber. Y si el padre y la madre querían meter a su hijo o hija en el monasterio que se llaman telpochcalli, enviaban a llamar al que allí era mayor, que le llamaban telpuchtlatoque. Comían y bebían y daban dones, mastles y mantas y flores por vía de amistad. Y el principal de aquella religión que llama telpochcalli, después de haber comido y bebido y recibido dones, tomaban en brazos a la criatura, hembra o varón, en señal que ya era su súbdita todo el tiempo que estuviese por casar, y en señal que ya era de aquella religión o manera de vivir que llaman telpochcalli...”
La enseñanza formal de las niñas era pagada por los padres y familiares de ellas y consistía en dádivas como escobas para barrer, incensario llamado copalli blanco, así como leña, que se entregaban al quacuillio sacerdote. Sobre esto cada veinte días las madres de las niñas tenían que llevar al calpulco o parroquia de su barrio otras ofrendas, como codornices, flores, cañas de humo, comida y una manta llamada tlacaquachtli.
Desgraciadamente, por ausencia de las fuentes primarias no podemos establecer exactamente la índole de estudios que se les impartían en las escuelas de las niñas aztecas. Pero sabemos mucho sobre sus deberes y trabajos durante los años de la educación formal.

¿Cual era la responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos?
Principalmente inculcarles los valores necesarios para su vida terrenal. El respeto por sus mayores, el amor incondicional para sus divinidades y sobre todo los padres les hacían ver, la importancia de educarlos por el camino del bien y por el camino de la educación. Y también el ser ciudadanos cativos en su sociedad, donde todos participaban y tenia sus tareas establecidas desde que nacían.

¿Cual era la educación de los niños plebeyos?
Eran llevados al tepochcalli, donde principalmente de les enseñaba el arte de la guerra, la defensa y el uso de armas, para combatir a los enemigos en batallas. Aquí principalmente formaban guerreros a la protección del pueblo. Así como cada niño ya tenia su escuela y su futuro destinado.

¿Cómo era la educación en el calmecac?
En el Calmécac, los hijos de los pipiltin aprendían los relatos históricos contenidos en los ámatl, o libros pintados (hoy conocidos como códices), que eran leídos en interminables discursos por los viejos sacerdotes.
Algunos jóvenes con habilidad para la pintura, en su momento serían tlacuilos y se encargarían de registrar la historia en dichos libros utilizando la complicada escritura pictográfica. Los hijos de los sacerdotes seguirían los pasos de sus padres, aprendiendo los relatos mitológicos y el complejo funcionamiento del ceremonial que se llevaba a efecto en los diversos templos y santuarios.
Todos los alumnos del Calmécac debían dominar los giros literarios más elegantes de su lengua, el náhuatl, y conocer las grandes creaciones poéticas de los antiguos bardos, así como saber declamar con donaire y distinción. Aprenderían además el difícil manejo de la administración pública y en el futuro serían maestros, jueces e inclusive gobernadores, para lo cual deberían conocer los códigos legales que regulaban la vida en comunidad.


¿Cómo era la educación en el telpochcalli y cual era su finalidad?
Para observar el tipo de educación que recibían los jóvenes en el Tel­pochcalli, acerquémonos a dos familias de humildes agricultores cuyos hijos, Venado Negro y Liebre Asustada, ingresaron recientemente a la escuela de su barrio.
Cumpliendo la obligación tradicional, sus padres los habían conducido hasta las puertas de la institución y entregado personalmente al maestro principal; por el camino habían repetido incesantemente a sus vástagos que debían ser obedientes, diligentes y respetuosos, y que ellos eran el último eslabón de la cadena familiar, por lo que su actitud nunca debería avergonzar a sus ancestros.
La vida en el Telpochcalli era dura, ya no había dulces palabras; las órdenes eran ahora más estrictas y desde la madrugada comenzaban las extenuantes actividades. Todo iniciaba con un helado baño en la laguna, seguido de una comida frugal y muy controlada. Los jóvenes debían realizar numerosos encargos, entre los que se encontraba el cultivo de las tierras de la escuela; recibían rudimentos de cultura y especialmente se buscaba su resistencia al dolor mediante prácticas de auto­sacrificio; muy importante era el aprendizaje del uso de armas como el átlatl, el arco y la flecha y el ma-uáhuitl, la curiosa espada de madera con filos de obsidiana. Si los jóvenes se distinguían por su habilidad y valor en las guerras de conquista, algún día podrían llegar a ser ciudadanos distinguidos a quienes se premiaba y rendían honores, y entonces podrían abandonar la rudeza del trabajo agrícola...

 El telpochcalli – casa de los jóvenes- Era una escuela destinada para el pueblo plebeyo y su finalidad era desarrollar en el alumno habilidades y destrezas  para la guerra  y la defensa del pueblo.

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